Después de una segunda y enérgica semana para todo el equipo de La muerte de un comediante, llegó el tan esperado viernes y sí que sus cuerpos lo saben.
Esta vez, el famoso túnel donde anteriormente se habían rodado unas escenas, fue la locación protagonista de la jornada. El equipo tenía que filmar varias secuencias de Debré enfrentándose a la seguridad de Servet y para ello, nos dió una mano Patrick Mertens, coreógrafo de artes marciales. Karate Kid, un poroto.
Diego Peretti nos sigue dando una masterclass de dirección y lo vimos dirigir a los actores que lo acompañaron y junto a su equipo, se encargaron de conducir todos los planos de las escenas y la fotografía.
La que pasó a dar el visto bueno fue Nina Casciari, que se dio una vuelta por Bruselas para visitar el set de filmación y chequear que todos estén trabajando. Así como lo leen: el nepotismo llegó a Orsai Audiovisuales.
Javier Beltramino está tan obnubilado con la película ― al igual que nosotros ― que se tomó un momento para reflexionar sobre el laburazo que están haciendo todos. ¡Tenemos una producción de la puta madre!
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