En nuestra sede de la calle Nuñez, nos reunimos con Ana, Chiri y el señor Casciari, que estaba terminando su café, para que nos adelanten cómo viene el proyecto de armar un fin del mundo argentino; por suerte, a esta dupla ya la conocemos mucho y casi no necesitan presentación.
Pero, pese a eso, diremos que Ana y Chiri son los jefes de guión de «El fin del mundo». Además, ella dirigió «La uruguaya», nuestra primera película y Chiri hizo lo propio en la miniserie «Canelones».
Chiri nos contó que, en principio, tienen dos opciones para desarrollar este guión. La primera posibilidad es la más caprichosa. Si supiéramos que se viene el fin del mundo, que hay un deadline y tenemos que decidir en qué vamos a gastar el tiempo que nos quede de vida, surgiría la gran pregunta de la trama: «¿Qué haríamos con ese tiempo?».
La segunda idea es bastante más realista. El fin del mundo estaría atado a la falta de recursos, al planeta en colapso ecológico total, en resumen, a todas esas cuestiones a las que poca gente les da bola pero son inminentes. La idea que subyace en esta trama sería pensar cómo sobrevivir cuando se nos acabe algo tan básico como la comida, el agua o la energía.
Para esta posibilidad, que intuímos es la que más le atrae a nuestro guionistas, convocaron a la politóloga Flavia Broffoni, experta en causas ambientales, para que les aporte cuestiones del medioambiente que son necesarias a la hora de construir las tramas de los personajes.